Humo

Rubio, ojos azules y futbolista de élite internacional: un alto porcentaje de posibilidades de que el éxito, las mujeres y la vida sana formen parte de tu vida.  La excepción a la regla se llama Robert Prosinecki, es croata y ha vuelto a la primera plana de los periódicos por lo que siempre le caracterizó: visitar el hospital, y el humo generado a su alrededor. A sus cuarenta, Prosi ha sido ingresado por una infección cerebral. De todos modos, el récord de Jaime de Marichalar, al que le dio el yuyu con 38 añitos, sigue intacto.

Dando ejemplo
Dando ejemplo

Lo cierto es que el croata siempre se caracterizó por el exceso en su vida. Hay quien dice que en un mundial Sub-20 se salió con Yugoslavia, pero lo cierto es que esos partidos no los veía ni Dios. Llegó a ganar una Copa de Europa cuando todavía no era ni Champions League con el Estrella Roja de Belgrado y don Ramón Mendoza, que vio maneras en el chaval, decidió traérselo a la Casa Blanca, pagando 1000 millones del 91 y dándole al croata un contrato de unos 300 millones por año (un poco más de humo), en esos años en que la Quinta del Buitre empezaba a acartonarse. En el Real Madrid metió 10 goles en 3 temporadas. Las estadísticas dicen que jugó 55 partidos, pero el mayor recuerdo de los aficionados es el de la mítica frase: «¿Que dónde me duele? Donde siempre, me duele donde siempre».

Hecho un cromo
Hecho un cromo

Con la llegada de Valdano a la Casa Blanca se truncó la racha de discotecas del balcánico en la capital. Viajó al Oviedo por dos pesetas, jugó un año en el Barça de Cruyff (en lo que se considera la última inocentada del holandés en el banquillo culé) y otro en el Sevilla, donde trató de olvidar con su toxicidad y  a otro ejemplar ilustre que se paseó por el Pizjuán: Maradona. Después de aquello, no hubo presidente español que colara y jugó unos cuantos añitos en Croacia, Bélgica, Inglaterra y Eslovenia. En 2004, viendo un milagro seguir vivo a los 35 años, decidió retirarse y comenzar su carrera como empresario.

¿En serio que me quiere el Barça?
¿En serio que me quiere el Barça?

Pese a que lo lógico en un tipo que se fumaba dos cajetillas diarias en su época de futbolísta hubiera sido invertir en Philip Morris, Prosi sorprendió lanzando una revista deportiva, más que nada porque hasta entonces no había constancia de que supiera leer. Como era de esperar, el tema fracasó estrepitosamente, pero la diosa Fortuna tenía reservado para Robert un guiño de lujo: pasar a trabajar en el equipo técnico de la federación croata gracias a su experiencia futbolística. Concretamente, se encarga de la intendencia (puterío y discotecas) de los chicos de la «Plavi».

Estrella Coja
Estrella Coja

Aunque un hombre polifacético como el balcánico no podía quedarse de brazos cruzados con un sólo empeño. Desde entonces, además de un cameo en una serie croata tipo 7 Vidas, le dio por abrir un garito y aprovechar la experiencia. El nombre: prosikito&kalimero. Y es que Robert, además de pertenecer a esa estirpe de jugadores viciosos, tuvo los santos cojones de hacer un anuncio vacilando al personal del muñeco homónimo, una réplica del jugador a escala que se caracterizaba por «lesionarse como el de verdad» y decir «vámonos de fiesta». Lo segundo más grande de su historia, porque lo primero es que en la historia de la Copa del Mundo su nombre está grabado de por vida por ser el único jugador en marcar en dos Mundiales con dos selecciones diferentes.

Las 7 Diferencias
Las 7 Diferencias

En resumen, una carrera asociada siempre al humo, en dos vertientes: el de la nicotina del que no se ha podido separar y el de los dirigentes que le echaron cojones a ficharlo y, de cara a la galería, se dedicaron a vender las excelencias del croata en forma de eso mismo: humo.

Días de cine
Días de cine

1 comentario »

  1. Powerful post.

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